Díaz-V

Lo que quiero

Que nadie me conozca y que nadie me quiera,
que nadie se preocupe de mi triste destino,
quiero ser incansable y eterno peregrino
que camina sin rumbo por que nada lo espera.

Que no sepan mi vida ni yo sepa la ajena
que ignore todo el mundo si soy triste o dichoso.
Quiero ser una gota en un mar tempestuoso
o en inmenso desierto un granito de arena.

Caminar mundo adentro, solo con mis dolores,
nómada, sin amigos, sin hogar, sin anhelos.
Que mi hogar sea el camino y mi techo sea el cielo,
y mi lecho las hojas de algún árbol sin flores.

Cuando ya tenga polvo de todos los caminos,
cuando ya esté cansado de luchar con mi suerte,
me lanzaré en la noche sin luna de la muerte,
de donde no regresan jamás los peregrinos.

Y morir una tarde, cuando el sol triste alumbre
descendiendo un camino o ascendiendo una cumbre
pero donde no haya quien me pueda enterrar.

Que mis restos ya polvo los disipen los vientos,
para que cuando ella sienta remordimientos
no se encuentre mi tumba ni me pueda rezar.


florecitas

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