Campesina
Por Valentín Giró (1880-1949)
Limpia y fragante la dorada vaca
cruzó el estanque de adormidas aguas
y sobre el césped húmedo tendiose.
Las aguas del estanque, péricas voces
a las márgenes limpias, llevaron
y se adurmieron otra vez. Halagos
de tímidas violetas esparcieron
en el ambiente, matinales céfiros,
Y, sobre el campo, en el azul y en todo
el sol abrió sus naranjados ojos!
Ah! Si supieseis que la vaca bella,
tendida sobre el césped, soñolienta
como el estanque, como el sol dorada,
llenas las ubres de fragancias lácteas:
vaca tan primorosa que los céfiros
le brindaban halagos y los cielos
su luz y paz, y la feraz campiña
sus dulces pasos y amorosas rimas
y el estanque sus linfas transparentes,
sobre aquel césped se adurmió por siempre.
La Cuna de América, No. 7 Mayo 7 de 1911
Regresar al índice de poemas de La Vida en el Campo
Regresar al índice de Poemas de la Naturaleza