El cometa Halley(1)
Al General Manuel Ramón Luna, Gobernador de la Provincia,
y al Comandante Simón Díaz, jefe superior de la
Guardia Republicana en el Cibao
Según declara un poeta
El gran sabio Flammarión
Anuncia la aparición
De un formidable cometa,
De belleza tan completa
Que á este mundo encantará
Y se dice que será
El mismo que apareció
Cuando el gran Cristo nació
En la tierra de Judá.
“Ni tan bravo es el león como lo pintan, porque sabe Dios lo manso que vendrá ese cachorro y no como se figuran los que se mueren la víspera, creyendo que el cachorro viene dando coletazos á babor y estribor con su cola infestada de gases venenosos, como dicen algunos astrónomos, que tienen levantado de atrás á la infeliz humanidad. Esperaremos á ver en lo que parará el huésped Halley”
Tres horas desconocidas
En mayo dicen que habrá,
Pero cuenta nadie dá
Como serán transcurridas.
Si asfixiadas o dormidas
Las criaturas quedarán,
O si envueltas se verán
En la cola del cometa
Que viene á darles carpeta
A los cachorros de Adán.
“El doctor Don Arturo Grullón, que estuvo veinte años quemándose las pestañas en los colegios de medicina de París, ha hecho curas admirables y operaciones difíciles con magníficos resultados; y como especialista en las enfermedades de los ojos es la tusa, como decimos por acá, así es que los que tengan los ojos malos vayan donde Grullón para que puedan ver el cometa bien, como hizo el cantor del Yaque, á quien arrancó dicho galeno dos cataratas como dos granos de maíz”.
El enfermo que esté mal
Y quiera ver el cometa
Puede mandar su receta
A la Farmacia Normal.
Que allí con gusto especial
Don Ulises Espaillat
Le podrá suministrar
Medicinas de patente
Que hacen salir al paciente
Y al cometa saludar.
“Como ya se empieza á ver el cometa, muchas van de madrugada al observatorio de Alfonso Aguayo en el gran Colado, donde hay un telescopio con que divisan muy bien al caballero Halley”.
A la hora justamente
de estas coplas terminar
ya se empieza á divisar
el cometa en el Oriente,
pero no muy claramente
por su grande elevación
y no estar en condición
de notarse todavía
su belleza y gallardía
descrita por Flammarión.
Y ahora vuelve este cometa
Después de tan larga ausencia
A poner con su presencia
Y en consternación completa
A los hijos del planeta
Que el pánico los aterra
Porque creen que en son de guerra
El cometa bajará
Y ni señas dejará
De vivientes en la tierra (…)
Pero nada hay que temer
De ese cometa gigante,
Pues poniendo a Dios delante
Nada malo puede haber,
Y en caso de suceder
Que muramos todos juntos,
Qué importan tantos difuntos
Cuando si algo debemos
Con eso en paz quedaremos
De todos nuestros asuntos.
25 de abril de 1910
Fuente: Luis Beiro. 2017. El centenario de Juan Antonio Alix. Listín Diario, 3 de junio de 2017
Nota: “Esta serie presenta la peculiaridad de no haber sido escrita en tiras de espinelas consecutivas sino que, entre décima y décima, su autor intercalaba comentarios y ocurrencias propias de su ingenio.”
Luis Beiro. 2017. El centenario de Juan Antonio Alix. Listín Diario, 3 de junio de 2017
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