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La cortesana agua

Por Juana de Ibarbourou (1892-1979)

El agua tiene un alma melancólica y suave
que en el lecho arenoso de las ondas solloza,
atrae, llama, subyuga. ¡Dios sabe si la nave
que naufraga, en sus brazos de misterio, reposa!

El agua tiene labios. El agua canta y besa
y tiene el atractivo fatal de sus sirenas.
¡Ay tristes de los tristes que inclinan la cabeza
hacia el extraño encanto de las aguas serenas!

Las ondas son serpientes de letal hipnotismo.
Con su suave lenguaje de rumor y murmullo
invitan para el sueño en su lecho de abismo.

¡Canto de cortesanas cuyo mágico arrullo
pone en los corazones el deseo fatal
de dormir sobre el fondo del líquido cristal!


Juana de Ibarbourou. Poesías escogidas. Vol 1. Archivo General de la Nación, Centro de Difusión del libro. Montevideo, Uruguay. 2004. Poema en dominio público


florecitas

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