Señores, se fue el Cometa,
Diciendo que se marchaba,
Porque miedo le causaba
Este maldito planeta;
Armado de bayoneta
De fusiles y cañones
Y de guerra embarcaciones
Con torpedos inauditos,
Y ejércitos infinitos
De pícaros y ladrones.

Y la cola del cometa,
No quiso tocar en tierra,
Por la gente ser tan perra,
Habladora y alcahueta,
Que cundió en todo el planeta
Que era un foco de infecciones,
De gases y pudriciones;
Cuando este mundo malvado
De viejo está infestado
De pícaros y ladrones.

De espanto el cometa lleno,
Se marchó echando peste,
Que otro mundo no hay como éste
Más amigo de lo ajeno;
Que no hay un empleado bueno
En todas estas regiones,
Porque todos son tragones,
Y, aunque fingen ser honrados,
Cuasi todos son bandados
De pícaros y ladrones.

También refiere el Cometa,
Pero con dolor profundo,
Que no parece otro mundo
Más amigo de una teta;
Que se cambia de chaqueta
Y arman revoluciones
Cuando no le dan raciones
Para poner la marmita
En esta tierra maldita
De pícaros y ladrones.

Lo que mayor novedad
Causó al Cometa Halley,
Es el título de rey
Como a Dios, Su Majestad,
Y al Papa Su Santidad,
Cuando todos son varones
Con tamaños espolones
Y que Santo no hay ninguno
En este mundo inoportuno
De pícaros y ladrones.

Y el Cometa se lamenta
De que a la Iglesia cristiana
Mucha gente de sotana (1)
La tiene hoy de su cuenta;
Vive el Papa de su renta
Que le produce millones,
Y los frailes regordones
Cogirndo mangos bajitos
En conventos infinitos
De pícaros y ladrones.

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(1) “No me refiero a toda gente de sotana, sino a aquellos Que no sacan una gata… Y no le sirven  ni al gallo de la Pasión con un granito de maíz. ¡Miserables!”

Santiago, Julio 7 de 1910.

Fuente: Pedro Rene Contin Aybar. Coleccion Pensamiento Dominicano. 2008. Volumen I – Poesia y teatro.