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Asno, Paciente Asno

Por Enrique Aguiar (1887-1947)

Asno, paciente asno, las nieblas del Olvido
revelan en tus ojos la dulzura del bien,
la dulzura que tienes por haber conducido
tu carga de virtudes para Jerusalén.

Sobre la mansedumbre de tu lomo mugriento
por tierras de Bethania peregrinó Jesús,
tú ibas con dos alas, ligero como el viento,
con mucha luz delante, siempre con mucha luz.

Manso como Babieca, noble como Pegaso;
dijérase que todas las épocas te ven
andar con la paciencia de tu bíblico paso
buscando en el misterio la Estrella de Belén.

La cruz de Jesucristo surgió de los vestigios;
¡y hoy miras los vestigios rodar ante la Cruz
con la misma mirada con que hace veinte siglos
miraste los humildes pañales de Jesús!


Publicado en Dos Siglos de Literatura Dominicana. I – Poesía. 1996. Colección Sesquicentenario de la Independencia Nacional. Vol. X. Santo Domingo, República Dominicana.


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