Lapachos y prejuicios
Por María Inés Iacometti (1972-)
El lapacho me anuncia primaveras
no teme a la bravura del invierno
y en ramas que a los ojos, están secas,
sonríe con rosados y floreos.
No precisa la venia que autorice
con canto de chicharra o madreselva
y yergue sus abrazos hasta el cielo
contraste fascinante de acuarela.
Se sabe interesante e imponente
ostenta con sus flores la certeza
de verdes que renueven esperanzas
aun llegando tras otros a la escena.
Los lapachos son símbolos de lucha
y vienen a mostrarnos los errores
que pueden cometerse si miramos
la apariencia arrugada del ensobre.
Somos prontos juzgando lo que es viejo
lo que es débil o seco o infructuoso
los lapachos sonríen esperando
esa nueva ocasión de ser el gozo
de los parques, las calles, Costanera
agrietados por estelas del invierno.
Ellos traen sabor a vida nueva.
Son el canto compitiendo con el ego.
Poema inédito. Reproducido aquí con permiso de la autora.
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