Regreso a Casa
Por Belkis M. Marte (1966-)
Una, dos, tres estrellas flotan sobre mí.
Cuatro, cinco, seis más
observan lo que digo y hago.
Las montañas quietas, una al lado de la otra,
Los árboles moviéndose a su antojo,
entrelazando ramas sin importar sus especies:
Mangos con aguacates
zapotes con palmas
plátanos con guineos
cacao con café
No discriminan.
Están aquí, donde estoy yo.
La noche, el campo y yo.
Todo es parte de la tierra,
parte de mí.
El río canta a lo lejos;
su sonido arrulla el entorno.
Yo no duermo, no sueño… vivo.
Me abraza el arrullo de los grillos.
Los sapos, ¿cantan o lloran?
Repiten su sinfonía,
encanto natural.
Ladridos lejanos se aproximan.
El campo canta a mi regreso,
coro de alegría.
La oscuridad instiga la luz de la lámpara:
bailan contra el techo.
El cielo invita a las estrellas,
Los árboles danzan,
Los sapos
¡Dios mío!
los sapos son los más alegres.
Un aguacate cae y es un aplauso:
He llegado a la cuna de mi infancia.
Reproducido con permiso de la autora.
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