Henri Matisse
¿Dónde está Henri Matisse? Las manos de los colores
nunca más con nuevos rostros y líneas
compartirán mi celda.
¿Dónde? Componiendo la trama,
envuelto en el color, donde el ángel dibuja.
Bajo el cuerpo del cielo
se retuerce su cara de pájaro tostado.
En el surco que araba con sus manos
se incendia la gloria,
su gloria sin edad
habituada para vivir edades.
Ahora lo llamo al revés de la tarde
en que dejó sin otra posada mi memoria.
Lo llamo con voz de sus verdades,
con una voz de amante lo llamo
a mi jardín de bronces.
De pie vigilo la casa de su nombre.
Henri Matisse grande como el océano,
¿dónde está el cargamento?
Pienso cómo estarán hoy los amigos
apegados a esa dudosa voluntad de obedecerlo.
¿Diste a ellos la clave? La clave que lograste
con tu cuerpo de hambre,
con la vanidad de ser puro,
de darle tu perfil, expresamente.
Nada me turba que desate recuerdos,
que le ofrezca otra máscara,
que dispare la honda a la campana mayor.
¿Dónde su piel, su cruz, las bestias?
En Vence, con todas las estaciones del año.
En Vence, con sus manos que eran alimento renovado.
En Vence, sencillamente, con su mujer, su hijo
su oro y el atavío de su nombre,
Oh, montañas de Vence, ¿dónde está Henri Matisse?
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