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Subjetiva[1]

¡Así es mejor!-Porque de ti atraído 
con ímpetu febril, te amo de veras; 
por eso no te he dicho que te amo; 
y aún pesárame hermosa que lo sepas.

Por eso no he venido a deshacerme 
en ruego vil ni en desmayada queja, 
porque temo, no tanto tus desdenes, 
como tu blanda y fiel correspondencia.

En la mas honda y apartada cueva, 
hay un monstruo voraz que a Amor vigila, 
como terco y terrible centinela.

Cuando prende en dos almas el cariño, 
su ojo apagado entre la sombra acecha; 
y brilla -cuando en una se confunden,- 
como un botón de fuego en las tinieblas.

Él precede a la tarde en que declinan 
albas que los amores encendieran; 
él es el sacerdote que salmodia 
de todo afecto la hora postrimera.

él es la nube que ensombrece el cielo; 
el petrel que se goza en la tormenta: 
para él lo eterno es irrisión, y sólo 
-si habla de la constancia- es como befa.

Por eso, porque te amo, yo no quiero 
que hagamos en sus garras mutua presa. 
¿Quién más pronto o más tarde, del Hastío 
no es juguete en la efímera existencia?…

Por eso, porque te amo y porque quiero 
amarte siempre, con pasión eterna; 
no te he dicho el cariño que me inspiras 
y no anhelo tampoco que me quieras.

¡Así es mejor! -Vivir en el deseo, 
es una llama alimentar perpetua; 
¡es vivir abrasados, cual vivían 
los mártires, los místicos y ascetas!

(1895)


[1] Está en todas las ediciones de Galaripsos.


florecitas

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