Himno a la Tierra
Por Ramón Emilio Jimenez (1886-1970)
Tierra, yo gozo en ser labriego
y no abandono el verde campo por la ciudad;
me diste cuna, hogar, sosiego:
te debo la tranquilidad.
Agradecido y satisfecho,
tu polvo generoso piso lleno de amor,
por todo el bien que tú me has hecho,
que no se paga con sudor:
El bien del aire y la luz suave:
el bien de la cosecha, el de la libertad;
el bien de oír cantar un ave,
el bien de la serenidad.
Llegar a rico sin usura;
unir riqueza la plácida bondad,
o poder alzar la frente pura,
es la mayor felicidad
Que no te vendo a mano extraña
para ser extranjero en mi propio lugar,
y sobre el valle y la montaña
no poder libre trabajar.
Publicado en La Patria en la Canción. R. Emilio Jiménez. 1933. Imprenta Hispano-Americano. Barcelona, España.
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