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Mi amor por siempre

Por María Inés Iacometti (1972-)

Que yo te olvide pediste
con una frase de llanto
y la luna de mi tarde
de pronto, se fue apagando.
Los retazos del otoño
que me emparchaban el alma,
se desprendieron de golpe
desgarrando mis entrañas…

Que yo te olvide pediste
como quien pide un milagro.
Es que no existe el olvido
porque mi amor tiene sangre,
y mis arterias te traen
y lo seguís renovando.
Porque mi piel te presiente
con los vellos exaltados.
Porque tu sonido llega
a alimentarse en mis labios.
Porque me puedo mirar
en tus ojos despejados.

Que yo te olvide dijiste…
¡Qué sublime empeño el tuyo
por intentar evitarme
las distancias, las ausencias,
las migajas que se sueltan
de un amor irrealizable!

Mas, nuestro amor ha nacido
y alcanzó su madurez.
Él disfruta de estar vivo,
no entiende de insensatez.

El destino que nos tiene
se tropezó y nos distrajo,
trastabilló en las veredas
desnudando atardeceres;
nos demoró en otras pieles,
nos germinó en otros brazos;
y nos trajo hoy hasta acá,
los dos a los dos, llegamos,
sin un nosotros, sin tiempo,
uno al otro, entregados,
como la orilla a su río,
como la mesa a su pan,
como la luz al camino…

Mi amor por siempre esperado,
quiero decirte y sin miedo:
¡No nos asiste el olvido!
¡No nos frenan las tormentas!
No nos detienen los celos!
“Somos” y así lo queremos.
Amor con todas sus formas
pasión, delirio y esmeros.

No me pidas que te olvide,
no podrás
ni puedo hacerlo.


Del poemario Desde mi alma al papel… (2018). Publicado on permiso de la autora.Publicado con permiso de la autora.


florecitas

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