Madres-XVII

rosas naranja

Olvidé decirte

Por Nitín Troncoso

¿Por qué nunca te dije
que te sentí tan bella.
Que observaba a distancia
el brillante azabache
de tu pelo en cascada
en juego con la brisa
que al porte de tu cuerpo
navegaba en tu espalda
en contraste festivo
con tus ojos de miel?

Que soñaba en mis noches
con tu dulce regazo
el calor de tus manos,
tus caricias, tus besos
y la canción de cuna
que se grabó en mi pecho
conservada en el tiempo
para cantarla luego.

Que te miré mil veces
oprimir en tus dedos
mi vestido raído
y el brillo de la aguja
al compás de tu brazo
dibujando espirales
esfumados al aire.

Que en los días de frío
esperaba con ansias
lo humeante de aquel caldo
el pan sobre la mesa
la leña y el café
saturando de aromas
el olfato del viento.

Que disfrutaba tanto
el uniforme kaki
tachonado en engrudo
fiel soldado valiente
que siguiendo mis pasos
me acompañó a las aulas.

Qué seguí tus consejos
y acepté tus regaños
y hoy los llevo por normas
como llave de oro
que guarda mis memorias
y rige mi existir.

Quizás nunca te dije
que admiraba tu temple
de mujer abnegada
tu corazón gigante
y la sonrisa tierna
que enmarcaba tu rostro.


florecitas

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