Recuerdos
Por Arsenio Jiménez Polanco (1936-2019)
Recuerdo de la abuela los afanes
en sus fecundas huertas
bordadas de blanquísimas gardenias
y rojas madreselvas;
como abeja en laborioso vuelo;
de una corola que recién se abre
hace estallar la virginal pureza
para preñar de mieles los pañales.
Recuerdo de la abuela los afanes
en su cocina con hirvientes ollas
donde las frescas viandas del conuco
combinan sus aromas
para colmar la concurrida mesa
de modesto mantel; -justo a la hora-
en que el último rayo se acurruca
al otro lado de la empinada loma.
Recuerdo de la abuela los afanes
cuando en las primas noches,
de sus ancestros, la tradición romana,
por las oscuras cuentas de un rosario
en monótona letanía se deslizaba
entregando su rezo a lo infinito
y a mi necia actitud tranquilizaba.
Recuerdo de la abuela los afanes
cuando muy de mañana,
en blanca vestidura; almidonada
comenzaba a llenar con su presencia,
todo tiempo y espacio de la casa.
Fue dulce y generosa prodigando amores
ceñida a sus principios, insobornable;
era la abuela como un viejo roble.
Cuando roto el equilibrio entre materia
y la energía, que a la abuela daban forma,
como fluían de sus gardenias los aromas
se fue su alma, sin anunciar la hora.
No fue su muerte, ni ordinaria ni sonora,
fue muerte a secas sin ceremoniales;
pero cuantas memorias imborrables
dejo la abuela para los que fuimos
motivo y centro de todos sus afanes.
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