A mi padre (original)
Por Belkis Marte (1966-)
Padre mío, tú que te has ido,
y no porque lo has querido,
te recuerdo cada día
y, nunca te he de olvidar.
No te olvido porque para mí tu vives.
No aquí junto a nosotros,
Si no, en los jardines del cielo.
Padre, tú que luchaste
toda tu vida por tus hijos.
Te ganaste mi cariño y mientras
Yo viva no he de borrarte de mi mente.
Pienso en ti en la calle,
en la fiesta y en la escuela.
Al acostarme y al levantarme.
Recuerdo cuando pequeña,
Tú me sentabas en tus piernas.
Y yo me sentía en la gloria,
en una nube blanca que acariciaba
mi pelo de lana.
Papito, te quiero mucho,
y yo sé que tú me quieres.
Siempre me acuesto temprano
para soñar con tu imagen.
Esa imagen inolvidable
que no se borrará de mi mente
mientras yo esté en este mundo.
Ahora me doy cuenta
de que el amor de padre
tiene el sabor, el color
y el olor del pan y mucho más que eso.
Cuando salías de la casa,
siempre regresabas con algo en las
manos para tus hijos.
Corríamos hacia ti,
como el pájaro al nido
y, como el limosnero a la moneda.
Tu nos recibías como si fuéramos
Ángeles caídos del cielo.
¡¡Padre, nunca te olvidaré!!
Poema inédito escrito en la clase de matemáticas cuando la autora tenía más o menos 12 años. Lea la versión revisada en 2025.
Publicado con permiso de la autora.

Regresar a las obras de Belkis M. Marte