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Se me rompió la vida… Viejo

Por Juan Matos (1955-)

y tú tan lejos.
Se me rompieron todas las estaciones
y, sin tiempo ni brújula,
deambula
mi corazón, ¡oh Viejo!,
y tú tan lejos.

Se me rompieron, Viejo,
mis estaciones…
y tú tan lejos
para no preguntarte de tantas cosas una:
¿cuánto pesa en el tiempo
un hombre sin pasado?

Se me rompió la primavera,
se descuajó jugando al escondite;
se me hizo bizarra,
se me empañó el cristal para mirarla.

Se me rompió la vida,
Viejo,
y tú tan lejos.
Se me apagó el verano,
se me hizo imposible.
No pudo ebullecer ni dilatarse.
Se me quebró el verano…
¡y tú tan lejos!

Se me rompió el otoño.
Las tardes también se me han quebrado,
y los parques y las caminatas, todo.
Se me destroza el sol dentro del pecho

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y la que fuera claridad de crepúsculo,
la amarilla sonrisa de mis días,
hoy no lo es más.
Se desgarró.
Se deshizo en mis sentidos.
Se me secó en la rama del recuerdo.
Se me desdibujó, se me hizo añicos
el lienzo del pasado.

Se me rompieron todas las estaciones.
Se me quebró la vida,
Viejo,
y tú tan lejos.

¿Qué hacer con el invierno entre mis venas?
Estoy petrificado. No soy. Niego esta estatua.
¿Dónde?
¿Dónde te me quedaste tan lejos?
Ahora que se me rompen todas las estaciones,
por qué no vienes y me dices
que esto es sólo un ahora…?

Tal vez así,
sobre mi corazón renazca
la irracional maleza, el iracundo bosque,
la ilógica fauna de mi selva salvaje.

Pero te me quedaste tan lejos,
tan lejos, Viejo.
¿Cómo decirlo?
Viejo,
tú que conoces mis ases ocultos,
tú que descifras mis aguas
y mis laberintos,
¿cómo no lo percibes?

Ven,
trae toda tu sabiduría
y descíframe este trance:
justo en la vía

se me rompió la vida,
se me rompieron todas las estaciones.
Se me rompió la vida, Viejo,
¡y tú tan lejos!


Publicado en Temblor de Espejos (2021). Publicado con permiso del autor.


florecitas

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