Nono-Sonrisa
El sol, Nonosonrisa, celebra primaveras.
De alba a alba, tus huellas ―memoriales
danzantes, espontáneas― tal como eras,
liberan mariposas detrás de los umbrales.
Corres como agua fresca, eterno manantial
surcas entre raíces, la fauna con tus pasos.
Preñando verdes vidas, tu alegría a raudal
es tenue manto-luz, prodigador de abrazos.
Los helechos silvestres desde su suelo trinan
tiernos, silentes besos, paridos de sus fuentes
con plenitud de entregas que por ti iluminan
memoriales vivencias, tus amores fervientes.
Cocinando, tu madre puerilmente te nombra
con tomillo te evoca, te baila con sazones,
sus lágrimas saladas dicen que no eres sombra
sino caudal perenne en nuestros corazones.
Del libro Violetas del Alma. Taíno Editores. 2020
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