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Eres más que dos senos, compañera

A mi amada esposa Alma
y a todas las mujeres valientes que se aferran a la vida

Eres más que dos senos, compañera.
Eres más que tú misma en tamaños y formas,
maniquíes o portadas al grito de la moda;
eres más que ese cuerpo que espejan las miradas.

El aguijón zodíaco ―silente segador―
que discretamente esgrime la hoz de muerte;
subestimó tu estirpe
no atinó al ente de lo que te define
más allá de las tallas y medidas:
Eres la milagrosa vida, la luminaria entrega
nutriente de la casa, la perenne pisada
de duende que se adueña
de todo lo posible construido en vivencias.

Eres mujer, amante, madre,
el estambre preciso pariendo primaveras

No pudo la malicia cancerigena
privarte de tu esencia, compañera;
esa que eras, eres,
multiplicada, entera.

Eres el estandarte
donde el río del mal quedóse sin aliento;
muralla de los días porfiados a la muerte;
vencedora mujer, te edificaste plena,
con más vida, decidida
sepultaste las penas
y desde entonces, íntegra vid danzante,
eres mujer de cara al sol,
émulo y horizonte de tantas caminantes,
testimonio viviente sustentada por fe,
simplemente alabando,
diariamente alabando,
aferrada al Camino, La Verdad y La Vida
que emana dulcemente del borde de Su manto.


Del libro The Man Who Left/El hombre que se fue Books&Smith, 2017 -Translated into English by Rhina Espaillat


florecitas

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