Desasimiento
Era blanca
y me perseguía;
era pálida
y me perseguía;
era casi diáfana
y me perseguía.
Mujer,
¿no sabes que ya ho he olvidado la vida?
Mujer,
¿no sabes que ya yo he trocado mi corazón por un cayado?
Mujer,
¿ignoras que hasta la lumbre de mi sentir se ha
desvenecido?
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