Poema del dolor no merecido
Por Mateo Morrison (1946-)
No al silencio.
No a lo triste.
No a la angustia.
Sí a la gigante canción de la esperanza
que entonamos aunque la muerte nos persiga.
Sí a los encendidos faroles
que llevamos como lámpara en el pecho.
Sí a nuestros amores,
aunque no sepamos dónde recostaremos nuestros sueños.
No temas.
Donde uno de nosotros muera tragándose hasta el polvo, se levantará una órbita de luz
que otro tomará para clarear el camino.
Por tanto,
no a tu llanto,
sí a tu risa;
no congojas,
sí a tus ojos de paloma,
contentivos de dicha.
Escuche el poema recitado por el autor.
Versión de OEI Dominicana
Publicado en el libro Las palabras están ahí. 2008. Usado con permiso del autor.
Regresar al índice de poemas de Mateo Morrison