Borrosa
Por María Inés Iacometti (1972-)
Cansada ya de estar pintada,
la tarde se sintió borrosa
y descargó sus quejas de amor
en la cuna del río.
Comenzó a mecerse en el agua dulce.
Y será tal vez, esa misma dulzura,
la que fue acompasando los ímpetus
con brazos livianos
—un tanto ensombrecidos—
dispuestos al vaivén de olas.
Solo cantaban los sauces
melodías laxas de viento impelido
y acariciaban
con sus dedos-ramas
el pliegue de la tarde-nido
en la arena de la costa,
que hacía las veces de almohada.
Y fue en ese canto lánguido
de cabellos-manos verdes
embebiéndose
sin apuro, en las crestas somnolientas,
que surgió el alivio.
La tarde dejó ver de nuevo sus formas
aunque ya no tenía en el cielo, su sitio.
Debió resignarse
a una nueva oscuridad;
debió ceder su espacio a las sombras
y comprender que de tanto estar pintada
ahora sí,
se había vuelto borrosa.
Del poemario Poemas al mar (2019) de María Inés Iacometti y José Manuel Sáiz. Reproducido aquí con permiso de la autora.
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