Skip to content

El Mulo y la Acémila

Por José Núñez de Cáceres (1772-1846)

(Contra los que estando manchados
de defectos natalicios, censuran estos
mismos en otros)

Iba un soberbio Mulo
ostentando su brío y gentileza
tal, que sin disimulo
disputaba al Caballo su nobleza
todo porque un arriero le había puesto
silla, gualdrapa y freno por cabestro.

Llegó por su contorno
una acémila humilde casualmente,
y padeció el bochorno
de que el Mulo en presencia de la gente
le llamase con voz áspera y dura,
sangre de cucaracha, raza impura.

¡Ola! ¿Cómo y de dónde
le nace tanto orgullo, camarada?
La Acémila responde
a risa con el hecho provocada.
¿Piensa, hermano, que ignoro yo su casa?
Oiga a ver si la furia se le aplaca.

Que está malo del pecho
todo el que escupe sangre es bien sabido,
y pues tan satisfecho
usted se halla de sí, tenga entendido
que si mis padres son Caballo y Burra,
de Burro y Yegua viene su saburra.


Publicado en Emilio Rodríguez Demorizi. 1946. Fábulas Dominicanas. Ciudad Trujillo, República Dominicana.


florecitas

Regresar a las obras de José Núñez de Cáceres