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El Pinar

Para La Cuna de América

En el pinar, detiénese callada
la mirífica luz frente a lo austero
de la violada sombra; abajo, el río
corre en sordo rumor, profundo y lento;
entre las oquedades del peñasco
temerosos refúgianse los ecos;
          no se advierte un camino
abierto al día, en la región del sueño.
          ¡Ah! Brillando en la ignota lejanía,
cual presagio fugaz, surgió un destello.

México, 1907


florecitas

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