Salutación a Pancho Alegría
¡Salud, don Pancho Alegría
buen capitán de goleta,
matador de tiburones,
rico en naufragios y rutas,
conocedor de los vientos
crucigramas de las islas‑,
buzo de la noche negra,
buen hablador de dialectos,
ezador de avemarías
por aduaneros y puertos!
¡Salud, don Pancho Alegría,
parrandero de tormentas,
dormilón de calmas chichas,
marrullero de corrientes!
En la noche del Ozama
no se te ve ni la cara
alquitrán de cara limpia‑,
luz de bengala, tan sólo,
los nombres que vas cantando:
Aruba, la petrolera;
Turkilán, de sal estéril;
Curazao, de ron bueno;
Paramaribo y San Thomas;
Jamaica, en costa de cocos…
¡y la muchachita aquella,
capitán, dulce de plenas,
de San Juan de Puerto Rico!
¡Salud, don Pancho Alegría!
¡Sin brújula se te va
el alma, recuerdo afuera!
El alma sí se te ve
blanca de espuma en bahía,
gallardete de tu cuerpo,
¡el alma ni se te ve,
capitán Pancho Alegría!
¡Mañana ‑«pa Venezuela»‑;
por los mares del ciclón
tu cargamento de frutas
irá alegre, capitán!
¡Vendrás con lastre de piedras
y con vientos de canción
alguna historia en tu casa;
miles, en el malecón‑,
y en la taberna del muelle,
un solo trago de ron!
¡Salud, don Pancho Alegría,
buen capitán de goleta!
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