¿Seré?
Por María Inés Iacometti
En memoria de la poeta Julia de Burgos
Qué parte de tu dolor
es tan mío
si no he sufrido
una sola gota
en tus barros.
Qué parte de tu sed
es mía
que me seca de este modo
el amor y los labios.
Qué parte de tu horizonte
se aleja
con el trajín de los verbos
y me llega
hasta las venas…
¿Será que en otras vidas
fui tu hermana
fui tu carta
fui tu barco
o tu entrega?
¿Será que en la distancia
el polvo ya es semilla
y se siembra
y se canta?
Qué parte de vos
me conmueve las entrañas
y me invita a hablarle al papel
casi ciega
con un rumor de dolores en la espalda
y una desazón de sueños
que me quema…
¿Será tu voz
la que me suena en la memoria
emulando el rocío?
Tal vez
sea la flor
-misma que esperabas ver plena-
en el declive de tu ser
agonizante, desvanecido.
No hay un invierno
que me haya helado tanto
como tu pluma.
¿Seré María? ¿Seré Julia?
¿Seré llanto? ¿Seré baldío?
No habrá respuestas.
Solo sé que en esta tarde
espasmos de tu dolor
se han vuelto míos.
—-
Publicado en Viaje a Itaca, Nov. 21, 2024. Republicado on permiso de la autora.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos
Regresar a los poemas de María Inés Iacometti
¡Ah! La angustia…
Por María Inés Iacometti
Inspirada en la obra de Julia de Burgos y en la película sobre su vida TODA EN MÍ
A veces una angustia
muere por sí sola
y acarrea tras ella
pedazos de existencia
inanimada
poco digna de mí.
Otras veces
la angustia se me instala
insonora
en un rincón no querido y oscuro
perfilándose eterna
con raíces que buscan la garganta
más que los pies.
Ah! La angustia…
A veces me levanta
me camina madrugadas
me puebla de ausencias
me ensucia la mirada
con ideas convocadas
por su cuenta.
Las echo lejos
me arranco las ideas negras
y en ese arrancarme
despego también
las ganas de querer.
La angustia entonces
se vuelve circular y monótona
pierde los matices
los melismas
y escapa en un halo imperceptible
a los ojos entrenados
para no ver.
Nada es más fiel a su figura
que la tuya
faltándome
repetida y caprichosamente
faltándome…
—-
Febrero de 2022. Publicado on permiso de la autora.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos
Regresar a los poemas de María Inés Iacometti
Canto desde el Silencio del Bullicio
Por Dagoberto López Coño
A la inmensa Julia de Burgos
Conjugación y aliento de Patrias delanteras
Vengo desde ésa angustia que muere por si sola
Jíbara entera surciendo los caminos
Tejiendo con “Mi nada que a nadie se la debo”
Ésa honra de amor que se mira al espejo
Con el eco de Albizu y el honor Machetero
Con el rojo coraje de Lolita indomable
y el empeño de Hostos entre principios
Yo soy el desagravio de los ríos
desde la afluente herida al medio ambiente
Soy el Río Sibuco caminando hacia el Yaque
Despertando el Camú hacia el Manatuabon
Soy la voz crepitosa de todos los océanos
Los resabios del mar caminando en tus versos
Vengo a abrazarte hoy -hermana siempre-
Sendero de otras huellas que forjaron la historia
Desde el cantar Betances hasta Ramón Natera
Soy las tres mariposas
y el colibrí en tus alas
Yo soy Carmen Natalia…
Abigail completa
Soy Aida Cartagena Tingonera y rebelde
La alfonsina platense y caribeña
Soy el cantar del Topo en la pradera
El Yunque desafiando la corriente del Delta
Vengo desde tu vientre milenio y fecundo
No me ofendió tal golpe a la conciencia
Aquí están mís hermanas y mis hermanos
Trepando Julia adentro que es la esencia del canto
Vengo Guabate o Vieques
Soy Culebra
y está nada que soy va amando nuestros párpados
Vengo desde el zaguán de todas tus vivencias
Desde el dolor que nace combativo en tus versos
Vengo desde ése canto de tu amor a la patria
Desde el verbo y el vuelo de todas tus hazañas
Río Grande de Loiza creciendo en nuestros pechos
Rompiendo el desagravio que asume la inconsciencia
Tú que te diste entera más allá de tus huellas
y en medio de la lluvia
sembraste lo indecible
Hoy que la patria duele en medio del poema
Y ésa Julia de Burgos:
se hace inmensa en la historia…
—-
Publicado on permiso del autor.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos
Julia y Yo
Por Carmen Meléndez
Es momento del café
Tu y Yo aquí, abrazando soledades
Mirándonos desde el alma
Criaturas de agua
Manantiales de versos
Derramándonos en todo este espacio
Tan pequeño y a la vez inmenso
Seres tan simples y a la vez tan complejos
Solidarias en el dolor
Tan íntimo, espejismos de sueños desbandados
Dos almas y un solo río
Que nos llena de estrellas, cuando nos besa el cuerpo
Espíritus indomables por mucho, inquietos
De rutas definidas, de caminos abiertos
Compartiendo agonías y desiertos
Armonizando tristezas
Deshojando el tiempo
Una frente a la otra
Ante el universo
Respirando mañanas
Con olor a café fresco
Julia siento la fuerza de tu río
En tu mirada
La pasión de tus versos
Hacen brecha a los sueños
Que de tu corazón brotaban
Ya no agonizas silencios
Ni pueden conspirar en tu contra
Ni tenerte de la vida secuestrada
Llena de sombras
Hoy vuelas muy alto
Estrenas hermosas alas cada mañana
Te llamaron Poeta
La inmortalidad te reclama
Tomas conmigo café
Afable, cotidiana
Abrazando soledades
Mirándonos, desde el alma
—-
Publicado on permiso de la autora.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos
Julia
Por Carmen Meléndez
Miles de estrellas iluminan el río
Que abraza tu piel
Río grande, llanto grande
Grande como tu espíritu indomable
Eres criatura de agua derramándose
En montañas y valles
Eres canción de arrullo al rocío
Alma inquieta que renace
Eres sonrisa del alba, el cielo y el paisaje
El dolor te hizo más fuerte
El amor te hizo más grande
La Patria llenaste de gloria
De libertad el alma perfumaste
Julia, hoy te llaman Poeta
Ya no pueden negarse
Eres semilla viva
Y en tierra fértil te derramaste
Julia, se alargó hasta ti
Esta tierra Bendita
Se llenó de tu luz
Todo el cielo de esta, tu Patria
Son tus alas de fuego
Las de corazones en llamas
Los que te nombran y aman
Esta noche se llena el aire de tus palabras
En intimidad contigo
Julia de Burgos
Entre juego de luces
A cielo abierto
Casi alba
—–
Publicado on permiso de la autora.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos
A Julia
Por Ana Marchena
Cada mañana me atraviesas
cuando discurro por tus venas
preñadas de cloróticos líquidos.
Me deleita tu aliento fresco mañanero
lo inhalo, lo bebo…
Mi vida se acrecienta
y te siento como un lecho
de hojas mullidas
que acogen mi pecho.
Mi cabeza flota en un instante de silencio
donde la magia impera
y me suspendo en una gloria indescripta
provocada por la luz amarillenta
de tus labios tempraneros,
abiertos al beso presto,
fríos aún por la noche en desvelo.
El murmullo de las hojas
destilando el rocío
me acaricia
en un éxtasis de delicias
infinitas.
que pena que es efímero
pero te espero cada día,
como Julia con su río…
Julia, tú con tu río,
yo con mi bosque,
no te envidio,
los dos son amantes perfectos
los dos, sensuales y atrevidos…
El tuyo es tuyo,
el mío es mío
pero el dolor de las dos
es el mismo.
—–
Publicado on permiso de la autora.

Regresar a los poemas de Julia de Burgos